Carta del Editor
Mirar adelante
y pensar en el futuro
Al empezar cada día, por lo general, tenemos algunas tareas que cumplir y está en cada uno decidir o definir con qué actitud o en qué forma realizarlas. Sin embargo, suele haber algo que guía nuestro proceder o quehacer diario: las metas, objetivos, planes o ideas que tiene cada uno para el futuro, para el mediano y -más importante, a veces– para el largo plazo. Si bien debemos disfrutar y vivir con intensidad cada momento, esto no debe llevarnos a descuidar lo que viene después ni, menos aún, nuestras metas más deseadas.
Cuando muchos nos propusimos estudiar Medicina, tuvimos por delante tareas inmediatas que quizás nos mantenían muy ocupados a pesar de que en ese momento podía parecernos inalcanzable la meta importante y más lejana de culminar los estudios y graduarnos, o más aún, de hacer luego una especialización. Recuerdo que, al poco tiempo de empezar a estudiar, un par de compañeros desistieron –probablemente porque no tenían esa meta clara para dedicarle todas sus energías– y que, por otro lado, la gran mayoría logró culminar su sueño con esfuerzo y trabajo. Luego surgirían para cada uno otros objetivos y metas.
Desde un principio es bueno tener claro que con nuestro proceder iremos dejando una huella propia en todo lo que hagamos, y también que tendremos la oportunidad de hacer que lo que nos rodea sea mejor y de resolver pequeños y grandes problemas, propios y ajenos, íntimos o de nuestra sociedad. De esa manera podremos avanzar, hacer que las cosas mejoren y –pensando un poco más allá y mirando al futuro– dejar un mejor mundo a los que vengan después.
Incluimos en este número de Galenus artículos sobre avances que se han logrado gracias a ese espíritu e interés de solucionar problemas y de querer mejorar, como ocurre con las nuevas investigaciones y desarrollos que permiten curar enfermedades que hasta hace unos años eran intratables y para las que no podíamos ofrecer ninguna esperanza.
También incluimos otros artículos sobre la formación de cada vez mejores médicos e, inclusive, acerca de los esfuerzos iniciales realizados en el mundo para que las mujeres puedan estudiar Medicina y para que, de ese modo, con el tiempo y los años, ellas hayan podido alcanzar el lugar importante que tienen hoy en esta profesión. Todo esto se logró con mucho esfuerzo, dedicación, trabajo y, sobre todo, con metas y objetivos claros. Esperamos disfruten este nuevo número de Galenus que, como siempre, ha sido preparado con la visión y misión que nos guía: la de compartir para progresar.
¡Saludos, amigos!